https://www.eldiario.es/andalucia/supremo-confirma-indulto-parcial-juana-rivas_1_9163178.html
Pues llega esto.
«Mami me lavó el cerebro diciéndome mentiras de papá, que papá me pegaba, que no es verdad».
El verano pasado, mientras el Tribunal Supremo español confirmaba el indulto a la madre granadina Juana Rivas, un perdón impulsado por el actual Gobierno tras ser condenada la mujer a dos años y medio de cárcel por secuestrar a sus hijos en 2017, Rivas inducía a su hijo menor, con ella de vacaciones en Granada, contra su padre.
Y le decía cosas como lo siguiente, según le confesaba en septiembre el niño, de ocho años, a su psicóloga italiana: «Tu padre te pega, te tira por las escaleras. Si no dices esto, no te dejo ir nunca más a Carloforte [donde él vive con su padre]».
En otoño el niño, contento de estar de vuelta en Cerdeña con su progenitor por haber pasado «un mal verano» en España a causa de las presiones maternas, denunciaba ante esa profesional, Michela Tradori, la encargada de su seguimiento por el juez italiano: «Mamá me obligaba a hacer vídeos, a decir que yo quiero vivir ahí [en Granada]».
Es sólo una pequeña parte de lo que emerge ahora en la sentencia del Tribunal de Apelación de Cagliari, a la que ha tenido acceso en exclusiva EL MUNDO. Una resolución dictada el 22 de febrero pasado que responde a demandas de los padres sobre la custodia de los niños y que constata, a través de testimonios del hijo pequeño que la corte considera veraces, cómo Rivas continúa manipulando y disponiendo a sus hijos contra el padre, Francesco Arcuri, a quien la juez Maria Antonella Sechi considera «el único progenitor que garantiza su bienestar» y que realmente puede cuidar de los menores sin causarles daño.
La sentencia otorga así la custodia del niño en exclusiva al padre, pero el documento certifica cómo Rivas, a quien Italia mandó a recibir tratamiento psicológico desde 2018 por su «funcionamiento mental patológico» y por «confundir sus intereses con los de sus hijos», continúa tratando de inducir a sus hijos contra su padre, e «interfiriendo» en el vínculo entre unos y otros, «desencadenando una escalada» con la «victoria legal» sobre Arcuri como «objetivo» y con sus hijos como medio, se señala explícitamente.
Según confesión del menor, Rivas, en esa incansable labor de inducción, también le llevó en Granada al menos a dos profesionales -una psicóloga y una «persona de Servicios Sociales»-, haciendo algo que los juzgados de Familia de Italia le habían prohibido taxativamente en sentencias anteriores: exponer a sus hijos a profesionales sanitarios en Granada con el objeto de disponerles contra el padre.