Yo tras la tercera mazmorra, bastante decepcionado. En mi caso sabía que cabía esta posibilidad porque, ya de entrada, el planteamiento del “todo vale” a la hora de solucionar puzzles, no es mi estilo. Me resulta mucho más satisfactorio el que cada puzzle tenga una única solución y tengas que comerte la cabeza hasta dar con ella. Aún así, viendo que volvían las mazmorras “clásicas” y siendo un Zelda, quería darle la oportunidad. Sí que en ciertos momentos, por el diseño de las mazmorras a nivel visual, se siente como los clásicos, pero esa sensación se desvanece enseguida por lo sosas y fáciles que resultan.
Aunque entiendo el punto de querer ofrecer todas las opciones posibles a la hora de moverte por el mapa o solucionar puzzles, para mi, el problema de este planteamiento, es que es muy complicado mantener el reto; porque al no establecer límites, también están disponibles todas las opciones absurdamente fáciles, y acabas pasándote el juego usando los 4-5 mismos objetos/enemigos que te solucionan prácticamente todo. Y no usar esos objetos y obviar la solución fácil, para mi no es una opción, porque es como poner un parche a un problema que sigue estando ahí. Es cierto que aún llevo poco y puede (y espero) que esto mejore, pero hasta el momento la solución a todas las mazmorras ha pasado por apilar un par de objetos y retirar algún obstáculo que no te lleva más de unos segundos pensar cómo hacerlo.
Luego le encuentro otros puntos negativos como el combate y lo engorroso del menú de selección de objetos, que realmente son cosas que podría pasar por alto. Para mi gusto, el principal problema es que la sensación de los Zeldas clásicos de estar ante un reto cada vez que llegabas a una mazmorra, no existe aquí.
Si es cierto que al ser un juego tan poco exigente en cuanto a dificultad y muy bonito visualmente, a ratos cortos cuando no tienes mucho tiempo se deja jugar, y poco a poco lo acabaré. Pero comparo eso con la sensaciones que transmitía por ejemplo, el Remake del Awakening, y es que no hay color.