Marruecos permite a Haidar regresar tras la mediación de España y Francia
1. • La población saharaui de El Aaiún se echa a la calle para recibir a la activista y reclamar la independencia
2. • Zapatero y Sarkozy reconocen la ley marroquí en el Sáhara Occidental hasta que se resuelva el conflicto
El Periodico de Catalunya
BEATRIZ MESA / EL AAIÚN
GEMMA ROBLES / MADRID
la activista saharaui Aminetu Haidar estaba ingresada en el Hospital General de Lanzarote cuando recibió la noticia: Marruecos permitía su regreso a El Aaiún. A cambio, Francia y España reconocieron que la ley marroquí «se aplica en el territorio del Sáhara Occidental» hasta que se resuelva el conflicto. Un comunicado del Gobierno español subraya, además, el «compromiso con la democracia» de las autoridades del país y reafirma su voluntad de «profundizar su cooperación» en el marco del estatuto avanzado acordado en el seno de la UE. Para la defensora de los derechos humanos –que anoche desconocía el texto redactado por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero– se ha logrado «un triunfo de los derechos humanos y de la causa saharaui». Sin embargo, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, avaló públicamente el proyecto de autonomía para el Sáhara, a cambio de que a Haidar se le devuelva el pasaporte.
Pasada la una de la madrugada Haidar aterrizó en el aeropuerto de El Aaiún a bordo de un avión medicalizado fletado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Tras 32 días de huelga de hambre, la activista vio cumplidos sus dos deseos. El primero, volver con su familia sin pedir perdón a Marruecos.
RECIBIMIENTO TRIUNFAL // El segundo, lograr que el conflicto saharaui-marroquí tenga espacio garantizado en los medios de comunicación de varios estados. A este objetivo quiso contribuir también esta madrugada la población saharaui de El Aaiún, que se echó a la calle en masa para celebrar el regreso de Haidar y corear gritos a favor de la independencia del Sáhara y el Frente Polisario.
El ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, a quien Haidar agradeció ayer sus gestiones, había aprovechado antes su comparecencia en el Congreso para admitir que el caso ha servido para que España, EEUU y Francia acuerden impulsar una iniciativa de respaldo a las gestiones de la ONU para que el conflicto entre Marruecos y el Polisario no quede en el olvido.
El hecho de involucrar en el espinoso asunto de Haidar a la ONU, a EEUU y a Francia ha sido definitivo. Moratinos explicó ayer a los portavoces de la Comisión de Exteriores del Parlamento que en su reciente encuentro con su homóloga estadounidense, Hillary Clinton, la crisis derivada de la protesta de Haidar ocupó buena parte de la conversación. Y, a tenor de los resultados, estudiaron posibles caminos para hacer cambiar de opinión a Marruecos que, a primera hora de la mañana, decidió redoblar el aparato policial y militar en El Aaiún (capital del Sáhara Occidental) y también en la ciudad de Smara, donde está instaurado el estado de sitio desde que la Gandhi saharaui comenzó su huelga.
Ayudó a incrementar la expectación en El Aaiún la estrategia seguida por el Parlamento Europeo que por la mañana suspendió el debate de una moción en torno al caso para favorecer la negociación. Pero aunque la mayoría de activistas saharauis barruntaban que su compañera volvería pronto, se mostraban convencidos de que un retorno sin contrapartidas para Rabat era «imposible». «La traigan o no, el Sáhara va a estallar», aseguró a EL PERIÓDICO Bachir Lekhfawine, compañero sentimental de la activista, que no se despegó del televisor hasta ver confirmado el regreso de su pareja a la antigua colonia, de la que fue expulsada el 14 de noviembre por negarse a asumir la nacionalidad marroquí. Fue entonces cuando el ministro de Exteriores, Taieb Fassi Fihri, telefoneó a Moratinos para comunicarle una «decisión política»: la expulsión inmediata de Haidar. Moratinos se opuso, pero de nada sirvió.
FAMILIARES PRESIONADOS / Tras 32 días de suplicio, Haidar ha regresado a su casa. Su familia ha pasado momentos duros: las autoridades marroquís presionaron a tres tíos maternos de la activista próximos al régimen de Mohamed VI para que escribieran una carta pidiendo clemencia al rey, en la que además se contemplara una disculpa por la actitud «disidente» de Haidar. Al final, según el comunicado español, las gestiones de Zapatero y Moratinos surtieron efecto y Haidar logró esta madrugada su objetivo.
Se acabó.