Terminada La Lista Final. No puedo decir que me haya entusiasmado. Tampoco es que me haya disgustado del todo, es entretenida y las historias de venganza siempre funcionan, pero en todo momento he tenido la sensación de estar viendo una historia muy desaprovechada, a ratos mal contada y, lo peor de todo, excesivamente previsible porque esa lista era de dominio público desde el primer episodio. Tampoco me ha gustado lo excesivo y poco creíble de las escenas de acción, más propias de un videojuego que de una serie que pretende pasar por realista; en este sentido el episodio sexto es poco menos que una broma. Pero bueno, lo dicho, en conjunto resulta entretenida y se deja ver.
Eso sí, personalmente se me ha hecho un poco complicada de digerir la presencia del protagonista al que a pesar de reconocer que está bastante bien en el papel miro siempre con malos ojos por toda la polémica que últimamente envuelve su figura en la vida real en lo referente a su supuesta filiación ideológica vinculada a los conservadores y que le ha convertido en un actor bastante mal visto e incluso detestado por gran parte de la audiencia norteamericana aunque se haya llevado un dineral por esta serie. En cambio me ha gustado ver tras mucho tiempo a Jeane Tripplehorn, a Taylor Kitsch, que parecía tener futuro y nunca despegó, y, oh sorpresa, Matthew Rawch que, por si nadie lo ha reconocido, era aquel sicario casi indestructible en Banshee al que si veías quitárse las gafas más valía echar a correr.
Ahora me pondré con Reacher y atención mañana que llega doblada Dark Winds, de la que he leído cosas buenas.