A Merkel no le gusta que Sarkozy la toqueLa presidenta alemana no entiende los gestos del presidente francés, más propios de alguien nacido en un país mediterráneo
CADENASER.com 21-10-2008
La canciller alemana se siente un poco violenta cada vez que el presidente francés le toca el hombro o le da un beso ya que para la alemana ir más allá de un apretón de mano en las relaciones de trabajo es inconcebible, según publica el diario suizo Le Matin.
La palma de su mano posada sobre su hombro, su golpecito amistoso en la espalda, los dedos agarrándole el antebrazo...Ella no lo soporta y él está acostumbrado a una mayor cercanía corporal.
La canciller alemana ya se ha quejado a París a través de la embajada alemana de las maneras demasiado caballerosas de Nicolas Sarkozy. A pesar de que él la toca siempre, quizá lo haga un poco menos que en los primeros encuentros entre ambos.
"Tocarse no forma parte de la cultura alemana y todavía menos, de la cultura del este de Alemania"., explica Dorothea Hahn , corresponsal en París del Die Tageszeitung. Además, "Merkel es protestante, lo que implica una cierta distancia entre los individuos además de rigor y austeridad exterior e interior. La ostentación física de los sentimientos no es algo alemán", explica Hahn. Nada que ver con el carácter de Sarkozy.