El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha anunciado que la Dirección General de Tráfico (DGT) tendrá a partir de ahora "tolerancia cero" con las drogas ya que, desde el 9 de julio, realizará controles en las carreteras "todos los días y a todas horas", a diferencia de los pocos test que se venían haciendo por su elevado coste en relación con las pruebas de alcoholemia, que sí están generalizadas.
Durante una comparecencia en el Ministerio del Interior, junto a la directora general de Tráfico, Maria Seguí, Fernández Díaz ha señalado que, tras el consumo de drogas, se incrementa la probabilidad de accidentes "entre dos y siete veces". En este sentido, ha indicado que "si ningún conductor hubiera consumido drogas el año pasado" uno de cada tres fallecidos en las carreteras (480 víctimas) se hubieran evitado.
Según los datos que baraja la DGT, casi uno de cada cinco conductores españoles (el 19,4 por ciento) dan positivo de drogas y hasta el 30 por ciento, con alguna combinación de sustancias incompatibles con la conducción, como el alcohol y los psicofármacos, lo que convierte a España en uno de los países donde más drogas se consumen, sobre todo cocaína y cannabis.
Con la generalización de los controles de drogas, el Gobierno pretenden cambiar esto. "Resumiríamos el titula de esta campaña y el objetivo de esta campaña diciendo que es tolerancia cero para los conductores que consuman drogas cuando se ponen al volante, por su seguridad y por la del resto de conductores que circulan por las distintas vías", ha subrayado el ministro.
Para ello, a partir de julio, los agentes de la autoridad podrán parar a los conductores de manera generalizada para realizar este tipo de controles. En ese caso, los conductores serán sometidos primero a una prueba de alcoholemia y, en el supuesto de que den negativo, se les practicará un test indiciario de recogida de saliva para valorar si han consumido drogas, según ha explicado la directora de Tráfico.
En el caso de que este primer test de drogas dé negativo, el conductor podrá continuar su viaje, pero si da positivo, no podrá seguir conduciendo y tendrá que someterse a otro test que será enviado a un laboratorio, donde finalmente se certificará el positivo y del que saldrá la sanción administrativa. Conducir drogado está tipificado como infracción muy grave y castigado con una multa de 500 euros y la retirada de 6 puntos del permiso de conducir.
PODRÁN IR POR LA VÍA PENAL
Adicionalmente, si los agentes que realizan la prueba determinan que el conductor presenta una "sintomatología evidente" de conducir drogado, podrá ser sancionado por la vía Código Penal. Para ello, los agentes --ya sean de la Guardia Civil de Tráfico, Policía Local, etc-- valorarán el estado en que se encuentra el conductor por "diez variables".
Es decir, a diferencia de lo que ocurre con las pruebas de alcoholemia, que al superar un determinado tasa de alcoholemia (0,60 mgr/l aire espirado) el conductor va directamente por la vía penal, en este caso serán los agentes los que determinarán si el conductor debe recibir una sanción administrativa o ser llevado ante un juez. La directora de Tráfico ha asegurado que los agentes deberán "valorar y documentar" las pruebas, por lo que el hecho de enviar a un conductor por lo Penal no será "un capricho" de los agentes.
El Código Penal, en su artículo 379.2, establece para el delito de conducir drogado penas de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o bien la de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días y en cualquier caso con la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a un año y hasta cuatro años.
Como ocurre ahora con el alcohol, los conductores no podrán negarse a someterse a la prueba, aunque podrán pedir, una vez que se les haya realizado la prueba de la saliva en la carretera y hayan dado positivo, una segunda prueba, mediante extracción de sangre en un hospital, para contrastar la prueba de saliva.
UN MILLÓN DE EUROS PARA LOS CONTROLES
Hasta ahora, la DGT había practicado algunos controles de drogas a los conductores como parte de un estudio Europeo para determinar la proporción de conductores que consumen bajo los efectos de sustancias psicoactivas. La intención ahora es realizarlos de "una manera mucho más exhaustiva y frecuente", según ha explicado Seguí. Para ello, Tráfico contará con un presupuesto para este año de un millón de euros, la mayor partida de los nuevos proyectos de la DGT este 2012.
La directora de Tráfico no ha querido desvelar en cuántos controles se traducirán ese presupuesto, aunque ha señalado que en cualquier caso será "muchos" y los ha cifrado en "miles". Según ha señalado Fernández, cada test indiciario, el primero que se realiza para comprobar si el conductor ha consumido drogas, cuesta 60 céntimos, mientras que las pruebas en laboratorio son más caras.
Seguí ha insistido en que "no se trata de bajar la guardia con el alcohol, sino de ampliarla" a las drogas. Además, el Ministro de Interior ha señalado que las pruebas que se realizarán detectan el consumo de drogas en las horas anteriores al test, por lo que tampoco se trata de perseguir a los adictos a las drogas, sino a las personas que se drogan y se ponen al volante.
Que bién, cada vez mas soluciones para paliar la crisis (sarcastic mode off).
Ya sabeis chicos a partir de julio cuidado con los canutos (aunque séa respirar el humo pasivamente) que os puede costar como mínimo 500 euros y 6 puntitos.
Opinen compañeros.