Si bien en estos momentos no podemos encontrar ningún producto de estas características en el mercado, se espera que los dispositivos plegables adquieran cierta relevancia en los próximos años. Google claramente quiere evitar mientras haya tiempo los problemas que ha tenido en el mercado telefónico, y adelantándose a los fabricantes de hardware espera evitar implementaciones de Android chapuceras, inconexas o simplemente demasiado dispares.
En esencia, Android ofrecerá a los desarrolladores las herramientas necesarias para modificar el tamaño de la pantalla y la posición de los elementos de la interfaz cuando el dispositivo tenga la pantalla totalmente abierta (modo tablet), doblada (asemejándose a una billetera) o en cualquier posición intermedia. Los detalles concretos sobre el aspecto que tendrá Android en esta clase de aparatos son por ahora entre escasos e inexistentes, puesto que como decíamos anteriormente todavía no existe hardware comercial.
Si bien el modelo de Samsung debería recibir hoy toda la atención del público, hace muy poco una firma china llamada Royole presentó el primer teléfono de pantalla plegable. Se llama FlexPai y cuenta con un panel OLED de 7,8 pulgadas y 1920 x 1440 píxeles. En China se venderá al público por el equivalente a unos 1.000 euros con un procesador Qualcomm de ocho núcleos, 128 GB de almacenamiento y 6 GB de RAM, así como una batería 3.800 mAh. En el resto del mundo solo estará disponible una versión para desarrolladores.
El Royole FlexPai utiliza su propio fork de Android.
Dispositivo como el FlexPai es precisamente lo que Google quiere evitar con el soporte para la categoría "foldable", como ha bautizado la compañía a dicho segmento. El motivo es que Royole no ha querido esperar al lanzamiento de una API, de modo que al más puro estilo chino ha creado su propio fork de Android 9.0 denominado Water OS. Idealmente Samsung y otras compañías como LG, espera Google, no desarrollarán sus propios derivados, sino que se inclinarán por usar esta nueva API oficial.