La pérdida de los iPod nano e iPod touch no debería resultar demasiado sorprendente. Desde hace tiempo Apple ni siquiera facilitaba las ventas desglosadas de sus reproductores de música, agrupándonos en sus resultados trimestrales bajo el mismo epígrafe que el Apple Watch, los productos de su filial Beats y "accesorios de terceras compañías con la marca de Apple".
Inicialmente denostado por sus limitadísimas prestaciones, el iPod shuffle gozó luego de unas ventas nada despreciables.
La influencia de este tipo de aparatos en las cuentas de la firma ha ido descendiendo inexorablemente trimestre a trimestre, en parte porque hasta el smartphone más económico ya ofrece unas posibilidades multimedia relativamente avanzadas. Esto ya es más de lo que se podía decir de los reproductores retirados, que aún se pueden encontrar en algunas tiendas por entre los 55 euros del iPod shuffle de 2 GB y los 180 euros del iPod nano de 16 GB.
El iPod touch, a grandes rasgos un iPhone sin capacidad de realizar llamadas telefónicas, se convierte así en el último iPod en el catálogo de Apple. Su precio actual en España es de 230 euros por el modelo de 32 GB y de 340 euros por el de 128 GB. Todavía es pronto para imaginar su retirada, pero no cabe duda de que la época dorada de los reproductores portátiles llegó hace tiempo a su fin.