Según la Policía Nacional, la masificación del uso de smartphones y las redes sociales están causando una multiplicación de los delitos en Internet. Injurias, calumnias, amenazas, acoso, revelación de secretos y delitos contra la intimidad o la imagen de las personas son ya el día a día de las comisarías españolas, con un número de detenciones que se ha triplicado en 2012 respecto al año anterior, hasta alcanzar las 750 personas.
En muchos casos los detenidos desconocían que estuvieran cometiendo una infracción penal y no le daban importancia a sus acciones, ignorando las graves consecuencias de las mismas. Otros, se creían a salvo tras el supuesto anonimato de Internet. La Policía señala la importancia del respeto a los demás en cualquier comunicación o publicación de contenido en la red y que es primordial saber qué es legal y qué tipo de conductas pueden incurrir en delito.
Por ejemplo, contar "chismes que no son inofensivos y sí injurias graves, afirmaciones contra el honor, imputación de delitos a otras personas que no se han cometido (calumnias), intromisiones en la intimidad de las personas desvelando aspectos –ciertos o no- de su ámbito privado o daño grave e intencionado a la imagen de otras personas son ilícitos tipificados en el Código Penal".
