La estrategia de Facebook ha logrado atraer cierta atención tanto por su propósito como por la forma en la que se implementará, y es que la red social solicitará a las posibles víctimas que envíen sus propias fotos comprometedoras para evitar su difusión.
De carácter experimental, esta medida se engloba en un programa piloto que la compañía está llevando a cabo en Australia de forma coordinada con la agencia e-Safety. La iniciativa pretende evitar que las imágenes en cuestión sean republicadas sin consentimiento de las personas en la imagen, para lo cual se utilizará una tecnología de reconocimiento que mantendrá el anonimato de los usuarios.
El proceso requiere que la víctima envíe una foto comprometedora a su propia cuenta mediante Facebook Messenger, reportándola a continuación para procesarla. Facebook generará entonces un hash de la imagen que será utilizado para detectar y bloquear la publicación de copias en la red social. La compañía no conservará la imagen en cuestión, sino un hash que será almacenado en una base de datos de forma anónima.
Facebook ha señalado que Australia es uno de los cuatro países en los que se va a poner a prueba esta tecnología, sin que por ahora se conozcan los tres restantes. Australia ha sido escogido por el elevado número de casos reportados. Según las autoridades, una de cada cinco mujeres australianas de entre 18 y 45 años son víctimas de este tipo de abuso, una proporción que aumenta a una de cada cuatro en el caso de las mujeres aborígenes.