Cuando hablamos de GPG hablamos de una herramienta de cifrado y firmas digitales, es decir, un sistema de cifrado de correo de electrónico que, a diferencia de PGP (Pretty Good Privacy), es software libre licenciado bajo GPL (General Public Lisence). Su uso se extiende por prácticamente todos los sistemas operativos y plataformas, desde Linux a Mac o Windows. Y su importancia la tenemos que ver en su función, que no es otra que ofrecer al usuario un producto sin ánimo de lucro que mejore la seguridad de sus equipos, una herramienta de cifrado para nuestro correo u otros mensajes.
El problema actual de GPG es su financiación, porque este tipo de proyectos es importante que se mantengan independientes y así evitar ser manipulados por corporaciones o agencias gubernamentales. Un mantenimiento que Werner Koch, prácticamente único desarrollador actual, no podía continuar por falta de financiación.
Así, con el fin de salvar el proyecto se puso en marcha una campaña de crowdfunding. Campaña que no había progresado en los siguientes meses hasta que ayer Julia Angwin publicara un artículo sobre la situación en el medio ProPublica. Acto seguido, los redditors recogieron la historia y la compartieron en un subreddit de Linux. Y de ahí a cientos de páginas de software libre, Facebook, Twitter, Google+, etc.
El proyecto necesitaba 110.000 euros para mantenerse a flote, y hoy ya sobrepasa los 160.000 euros, lo que significa que GPG garantiza su continuidad durante todo el 2015. No sólo eso, la historia llegó a oídos de directivos de Stripe y Facebook, y cada de ellos se ha comprometido a apoyar el proyecto con 50.000 dólares al año a partir del 2016.
Gran día para Internet con ejemplos como este, más si tenemos en cuenta que propuestas como GPG ayudan a que este espacio sea un poco más seguro ante los continuos ataques a la privacidad de agencias gubernamentales, o incluso ante propuestas de leyes difíciles de explicar como el intento del Reino Unido de prohibir la propia mensajería cifrada.