Lo cierto es que la mayoría de los fabricantes de dispositivos o firmas con su propio sistema operativo ya ofrecen algunas características de supervisión. Family Link va un poco más allá al ofrecer un control granular de las aplicaciones y demandar la implicación del progenitor a la hora de monitorizar el uso del teléfono. No se trata simplemente de prohibir el uso de aplicaciones, sino de estar atento a lo que se hace con ellas.
Pensada principalmente para controlar los dispositivos en manos de niños de 13 años o menos, Family Link permite establecer reglas para controlar el número de horas de uso diarias y las franjas en las que directamente no pueden ser utilizados. También se puede regular la instalación de aplicaciones, solicitando la intervención de los progenitores para aprobar o denegar las descargas desde Google Play. Por último, Family Link proporciona informes de actividad semanales y mensuales para saber mejor qué aplicaciones son las más utilizadas.
Family Link requiere que tanto el dispositivo "maestro" como el del niño en cuestión utilicen Android; los padres pueden utilizar un teléfono o una tableta basada en KitKat, mientras que el dispositivo a monitorizar debe tener Android Nougat instalado o encontrarse en la lista de productos compatibles con Marshmallow (6.1).
Por el momento Family Link solo se puede descargar en Estados Unidos y en fase de pruebas. En cuanto a plataformas alternativas, Google señala que la versión para iOS no se encuentra disponible "por el momento".