Los usuarios de Windows 10 que hayan notado un comportamiento inusual de algunos juegos después de la última actualización del sistema no están teniendo visiones. Según ha notificado la compañía a través de su boletín de lanzamientos, la actualización KB4482887, disponible desde el pasado 1 de marzo, puede ocasionar problemas con algunos juegos como Destiny 2. Si bien no parece tener efectos catastróficos, sí son lo bastante perceptibles y extendidos como para introducir una nota de aviso en la lista de problemas reconocidos.
De forma más concreta, el boletín de Microsoft señala que tras instalar la actualización KB4482887 "los usuarios pueden percibir una degradación en el rendimiento de los gráficos y el ratón" a la hora de lanzar "ciertos juegos" de sobremesa. Desde la compañía se dan dos soluciones: desinstalar la actualización, que debería bastar para volver a la normalidad, o esperar al parche que será incorporado en una futura actualización.
Algunas de las complicaciones observadas tras la instalación de la actualización acumulativa KB4482887 incluyen un retraso importante en el comportamiento del ratón, stuttering y caídas en la tasa de fotogramas por segundo.
Otros problemas recogidos en el parte de la actualización afectan a Internet Explorer 11, que puede experimentar dificultades en la autenticación cuando dos o más personas utilizan la misma cuenta de usuario, así como la aparición del mensaje "Error 1309" al instalar algunos archivos MSI y MSP. En este último caso el remedio es bastante sencillo, puesto que basta con ignorar el cuadro de diálogo y proceder con normalidad mientras Microsoft prepara el parche correspondiente.
Los usuarios que hayan experimentado estas complicaciones y deseen desinstalar la actualización pueden hacerlo dirigiéndose al centro de actualizaciones de Windows 10, clicando en "desinstalar las actualizaciones" y escogiendo a continuación KB4482887, aunque dependiendo del plan de actualizaciones de cada ordenador es posible que ni siquiera haya llegado a instalarse.
