Sucesos como la degradación de licencias o el borrado accidental de archivos deberán ser atajados internamente por Microsoft mediante un proceso de testeo mucho más exhaustivo, pero ni eso va a suceder de un día para otro ni se van a poder eliminar todos los riesgos que se presentan cuando el parque de usuarios se cuenta por millones. Por este motivo, señala BleepingComputer, Windows 10 eliminará automáticamente del sistema las actualizaciones que puedan causar problemas.
Según señala Microsoft en un documento de soporte técnico, el sistema operativo desinstalará las actualizaciones del sistema cuando se recupere de un fallo durante el arranque y "todos los otros intentos de recuperación automática hayan sido infructuosos".
Igual de interesante es el hecho de que Windows también podrá evitar que las actualizaciones potencialmente problemáticas se instalen automáticamente durante un plazo de 30 días, lo que "dará a Microsoft y nuestros socios la oportunidad de investigar el fallo y solucionar cualquier problema. Tras 30 días, Windows intentará instalar de nuevo las actualizaciones", señala el documento.
Los usuarios que por algún motivo necesiten dichas actualizaciones (porque incorporan mejoras necesarias en sus drivers, por ejemplo) tendrán en cualquier caso la posibilidad de instalarlas manualmente. No obstante, explica Microsoft, "si tu dispositivo es incapaz de arrancar adecuadamente tras la instalación automática o manual de estas actualizaciones, Windows las desinstalará de nuevo".
Cabe recordar que Microsoft celebrará su conferencia para desarrolladores Build el próximo 6 de mayo. Con casi toda certeza la compañía aprovechará la ocasión para dar a conocer las próximas novedades de Windows, y aunque el proceso de actualizaciones no es una de las más interesantes o atractivas, es posible que tengamos noticias sobre las mejoras que serán introducidas a corto y medio plazo.