Ya anunciados, los primeros dispositivos comerciales deberían estar ya a punto de llegar a las tiendas. Y sin embargo aún no teníamos constancia de las limitaciones de esta versión de Windows pensada para ordenadores de bajo consumo y continuamente conectados a la red. Ahora tenemos más información al respecto gracias a una página dirigida a los desarrolladores que fue rápidamente editada tras su publicación y de la que se hace eco Thurrott.
Muchas de las restricciones de Windows 10 para ARM son bastante lógicas y esperables, hasta el punto de que desarrolladores y usuarios posiblemente ya las daban por hechas. Pese a ello, resulta interesante poder poner negro sobre blanco para ir haciéndonos mejor a la idea de cómo será el soporte para software y hardware. Estos son los detalles que han trascendido:
Las aplicaciones de 64 bits no funcionarán. Tal y como ya se sabía, Windows 10 para ARM ejecuta exclusivamente aplicaciones UWP y x86 Win32. Según Thurrott, aunque no lo menciona la documentación oficial el soporte para software de 64 bits está planeado para futuras revisiones del sistema operativo.
Las aplicaciones que modifiquen la interfaz de usuario de Windows no funcionarán por sí solas. Esto incluye extensiones del shell, tecnologías asistivas y de integración con almacenamiento en la nube. Deberán ser recompiladas para ARM, lo que podría llevar un tiempo o no suceder.
Windows 10 para ARM no es compatible con drivers x86. Las aplicaciones funcionan, pero no así los controladores, que requieren soporte nativo ARM64. Thurrott asemeja el funcionamiento de dispositivos como periféricos al ya implementado en Windows 10 S.
No hay soporte para Hyper-V.
Algunos juegos y programas antiguos podrían no funcionar. Todo depende de la tecnología utilizada por sus gráficos. Windows 10 para ARM brinda soporte para DirectX 9, 10, 11 y 12, pero cualquier programa anterior no podrá ejecutarse. Tampoco funcionarán los juegos y las aplicaciones que requieran de OpenGL.
De la lista de limitaciones posiblemente la más importante sea la relacionada con el soporte para drivers, si bien ya se intuía junto al resto. Todo lo que falta por ver ahora es el funcionamiento de las aplicaciones Win32 más allá de las pruebas oficiales, que parece ser prometedor si nos guiamos por los vídeos publicados por Microsoft.