Según señala la empresa en una página de preguntas y respuestas, los cupones para descargar los juegos incluidos con sus tarjetas son para el comprador de las mismas y para nadie más. Por este motivo, la compañía exigirá que sean canjeados utilizando una cuenta GeForce Experience, que comprobará si el código se corresponde con la tarjeta gráfica instalada.
Según ha podido saber ArsTechnica, Nvidia no comprobará la tarjeta del usuario de forma individual, sino que se limitará a contrastar si el código del juego en cuestión se corresponde con la gama adecuada (por ejemplo, un juego incluido con una GTX 1080 solo podrá ser descargado si el usuario posee una GTX 1080). Una vez aprobada la descarga, la aplicación GeForce Experience se encargará de añadirlo de forma permanente a la colección de juegos del usuario en Steam, Uplay, Origin o el servicio correspondiente, permitiendo ya su uso en cualquier equipo. Lo que Nvidia no ha aclarado es qué sucederá si por ejemplo alguien compra dos tarjetas para montarlas en SLI y luego quiere vender el cupón de uno de los juegos repetidos.
Con esta maniobra Nvidia no mata dos, sino tres pájaros de un tiro: bloquea en gran medida la reventa de códigos, evita que algunos usuarios descarados devuelvan productos recién comprados solo quedarse con el cupón y promociona al mismo tiempo su aplicación GeForce Experience, que no se caracteriza por su popularidad.