El campo de los procesadores para automóviles está viviendo una pequeña explosión gracias a la demanda de sistemas más fluidos y visualmente atractivos. Hasta hace poco el hardware utilizado por los centros multimedia integraba procesadores específicos de rendimiento mediocre ejecutando software pobremente diseñado, pero la irrupción de compañías como Nvidia (que está disfrutando de unas ventas notables en la industria automovilística gracias a Tegra) y los cambios en materia de usabilidad impulsados por los teléfonos móviles están deviniendo en mejoras muy importantes.
En un principio el acuerdo entre Audi y Samsung está enfocado estrictamente a la creación de centros multimedia y no tiene nada que ver con los esfuerzos del fabricante de automóviles por crear sus propios coches autónomos. Samsung, que no señala qué generación ni modelo de Exynos proporcionará a Audi, se limita a explicar que sus procesadores han sido escogidos en parte por su capacidad para trabajar con hasta cuatro pantallas distintas de forma simultánea y proporcionar un rendimiento gráfico satisfactorio.
Que Audi se haya inclinado por los procesadores de Samsung resulta doblemente interesante, puesto que se da la circunstancia de que actualmente los centros Audi Connect están controlados por los procesadores Tegra de Nvidia y, además, durante este pasado CES 2017 Volkswagen anunció que utilizaría el chipsetSnapdragon 820A de Qualcomm en sus próximos coches.
Las intenciones de Qualcomm y Volkswagen podrían ser algo más ambiciosas, en cualquier caso, puesto que la plataforma Snapdragon 820A apunta no solo a centros multimedia, sino también a las comunicaciones C2C (coche a coche), el establecimiento de conexiones de datos y el aprendizaje automatizado. Entre sus rivales se cuentan Nvidia (que también tiene varios clientes importantes) e Intel, aunque los esfuerzos del gigante de los procesadores están por ahora más dirigidos hacia la conducción autónoma.