El Exynos 8895 posee un total de ocho núcleos, cuatro de ellos Cortex-A53 y el resto de naturaleza no especificada (todo lo que se sabe es que han sido diseñados o como mínimo afinados por Samsung). La unidad de procesamiento gráfico es una Mali-G71, que proporciona potencia suficiente para grabar y reproducir vídeo en formato 4K a 120 FPS, trabajar con pantallas 4.096 x 2.160 y ejecutar contenidos de realidad virtual con un elevado nivel de detalle y menos latencia.
Según las cifras facilitadas por Samsung, su procesador más reciente ofrece una mejora de rendimiento del 27% con un consumo un 40% menor.
Otros detalles interesantes del Exynos 8895 son la integración de un velocísimo módem LTE gigabit (que se suma a los recién anunciados por Qualcomm e Intel) con 1 Gbps de bajada y 150 Mbps de subida, así como la presencia de un módulo de seguridad especial utilizado para los pagos electrónicos que utilizan verificación mediante reconocimiento del iris o huellas dactilares.
Lo más probable es que el Exynos 9 Series 8895 termine integrado en las variantes internacionales del Samsung Galaxy S8 sin procesador Qualcomm. No será el único dispositivo. El fabricante chino Meizu utiliza desde hace años los procesadores de Samsung en sus modelos de gama alta, e incluso hay varias placas de desarrollo con corazón Exynos pensadas para aquellos usuarios que necesitan más potencia que la brindada por la popular Raspberry Pi. Más recientemente Audi también ha firmado un acuerdo para utilizar estos procesadores en los centros multimedia de sus coches.