Este accesorio se sujeta a "cualquier visor moderno" (lo que incluye tanto el HTC Vive como el Oculus Rift, aunque no se limita necesariamente a los mismos) o a un cinturón para conectarse al PC utilizando un enlace Wi-Fi. Esto es posible gracias a una tecnología de compresión propietaria que permite reducir la señal HDMI de (potencialmente) más de 10 Gbps a 40 Mbps manteniendo una buena calidad de imagen.
Según señala Tom's Hardware la latencia introducida por Rivvr es relativamente poca, con un registro de 11 ms y la esperanza de reducirla a 6 ms en las unidades comerciales. Esto es más que los 2 ms de TPCast, pero Rivvr tiene la ventaja de que al funcionar mediante Wi-Fi no requiere una unidad de transmisión adicional ni ha de mantener una conexión visual directa. Además, su radio de funcionamiento es considerablemente más amplio según el fabricante.
Aunque Sixa es una compañía nueva en la realidad virtual, esta firma especializada en ofrecer servicios informáticos en la nube tiene experiencia trabajando con tecnologías de streaming, y señala entre sus posibles propuestas de cara al futuro un servidor para centros educativos capaz de enviar contenido a 16 visores al mismo tiempo. Otro negocio en potencia sería la creación de servidores exclusivamente dedicados al streaming de juegos para aquellos usuarios que no tengan un PC lo bastante potente en casa.
Las reservas de Rivvr ya están abiertas en el sitio oficial. Hay dos versiones a la venta: un modelo Lite de tres horas de autonomía con un precio de 200 dólares y una versión Plus con batería para cinco horas de funcionamiento que sale por 250 dólares. Estas tarifas son para el aparato con fijación al cinturón del usuario, puesto que si se desea acoplarlo al visor se añade un extra de 10 dólares por la montura.
En estos momentos el dispositivo se encuentra en fase de beta, pero el lanzamiento comercial debería tener lugar próximamente.