A diferencia de mandos actuales como las "varitas" (Wands) de HTC Vive, Knuckles es un dispositivo de entrada que no utiliza elementos mecánicos para simular la animación de los dedos, tal podría ser el caso de un gatillo o botón, sino en un conjunto de sensores capaz de detectar la posición de una mano y sus respectivos dígitos para transmitir su posición en el espacio real al mundo virtual.
Prototipo actual (v2) y versión anterior. Foto: @ColinNorthway
Asimismo, un nuevo sensor situado en el mango detecta la fuerza ejercida por el usuario y envía dicha información a las aplicaciones para simular efectos de presión (imaginemos que queremos romper un huevo apretándolo con nuestras manos, por ejemplo).
A efectos prácticos todo esto significa que las animaciones en un juego representan fielmente los movimientos del usuario. Esto abre la puerta a formas de interacción muchísimo más realistas y fluidas que las posibles con mandos clásicos, mucho más limitados, y es que hace posible sujetar, soltar, lanzar y manipular de múltiples formas objetos virtuales casi como lo haríamos si tuvieran volumen real.
De arriba a abajo: comparación entre los mandos Vive Wand, Oculus Touch y el nuevo Knuckles EV2
Para mostrar mejor las posibilidades de este tipo de control, que funcionaría sin problemas con otros métodos más tradicionales, Valve ha presentado una interesante demo bautizada como Moondust. Ambientada en el universo de Portal (y sí, parece ser una historia canónica), nos pone a los mandos de un robot enviado a la Luna (¿o una luna?) por las febriles mentes de Aperture en busca de las materias primas para seguir abriendo portales.
Valve no ha facilitado una fecha de lanzamiento para Knuckles o Moondust (que requerirá el nuevo mando, por cierto), pero a juzgar por el aspecto externo y el buen rendimiento de los últimos prototipos, su desarrollo se encuentra en una fase realmente avanzada.