Según Reuters, estas pruebas están siendo realizadas en colaboración con varias start-ups apoyadas por la incubadora Y Combinator, que proporciona formación y asesoramiento a empresas de capital de riesgo mientras despegan. No se trata de una noticia baladí para WhatsApp, y es que la aplicación lleva sin un modelo de negocio conocido desde que fue adquirida por Facebook hace tres años por 16.000 millones de dólares.
La agencia de noticias afirma haber tenido constancia de este proyecto gracias a varias comunicaciones internas. Un punto particularmente importante es la delicadeza con la que WhatsApp está hilando el servicio para evitar acusaciones de publicidad no deseada. La creación de herramientas de conversación robustas de cara a servicios técnicos y de atención al cliente pueden ser bien recibida por el público, pero si WhatsApp fuera utilizado para enviar spam la compañía se encontraría con un problema mayúsculo.
Por el momento el servicio se encuentra en fase embrionaria y no están claras sus posibilidades, aunque Reuters señala que WhatsApp está llevando a cabo estudios para saber con qué frecuencia los usuarios se comunican con empresas utilizando la aplicación y si alguna vez han recibido spam.
Mientras tanto, las start-ups tuteladas por Y Combinator y partícipes en las pruebas siguen buscando las posibilidades más inesperadas a WhatsApp. Un ejemplo sorprendente es Cowlar, un fabricante de collares inteligentes para vacas que recoge la actividad diaria de los animales y realiza recomendaciones para mejorar la producción de leche. La idea de Cowlar es utilizar WhatsApp no para ponerse en contacto con sus clientes, sino para que los collares escriban a los propios ganaderos cuando detecten anomalías en el comportamiento de las vacas.