La Comisión Europea ha
anunciado hoy una multa de 376,6 millones de euros a Intel por maniobrar para impedir la venta de procesadores de fabricantes rivales en la Unión Europea. Si la noticia provoca cierto
déjà vu, es comprensible: la multa original, de
1.060 millones de euros, data de 2009, pero el año pasado
fue anulada después de que el Tribunal General aceptara la apelación de Intel al considerar que la Comisión Europea no había hecho las pesquisas necesarias. Ahora parte de esa sanción ha sido reimpuesta. Por recordar los hechos, que son necesarios para comprender mejor la sanción de…