Según ha detallado Google, los despidos afectarán a diversas unidades y regiones, aunque algunos departamentos recibirán un golpe más duro que otros. Por ahora se desconocen las divisiones más impactadas por los recortes, que al menos en Estados Unidos tienen ya un efecto inmediato.
Antes del anuncio de hoy, Google ya había anunciado recortes en Verily (filial dedicada a la salud) y Intrinsic (software para robots industriales).
Sundar Pichai, consejero delegado de Google, asegura que ahora es el momento de "ajustar el enfoque, rediseñar nuestra base de costes y dirigir nuestro talento y capital hacia las mayores prioridades", algo que hará necesario tomar "duras decisiones". Pichai se muestra convencido de que Google tiene una gran oportunidad por delante gracias "al valor de nuestros productos y servicios" y a las inversiones realizadas en inteligencia artificial, que está llamada a convertirse en uno de los pilares de la compañía.
Como suele ser habitual, Pichai "acepta total responsabilidad por las decisiones" que han conducido a esta situación, aunque no está nada claro lo que ello implica.
Es preciso recordar que Google es primero y ante todo una enorme empresa de gestión de publicidad. A pesar de haber diversificado sus actividades para reducir en medida posible su dependencia de este nicho, su plataforma de anuncios sigue siendo su principal fuente de ingresos, y las perspectivas económicas globales hacen pensar que se avecina un enfriamiento muy pronunciado del consumo. Esto también afectará a la venta de dispositivos como los portátiles Chromebook y los teléfonos basados en Android. De hecho, los últimos datos reflejan que durante el cuarto trimestre de 2022 las ventas de smartphones cayeron un 17 %, y no parece que 2023 vaya a ser positivo.