En virtud de su arquitectura, los nuevos Core 3 Core 3 100U, Core 5 120U y Core 7 150U para portátiles brindan hasta 10 núcleos en configuración 2 P (performance cores) + 8 E (efficiency cores), así como soporte para tecnologías como Thunderbolt 4 (nada por ahora de la última versión), WiFi 6E, memorias LPDDR5(X) y unidades SSD PCIe 4.0 con hasta 8 lanes. Dependiendo del modelo, las unidades gráficas integradas disfrutan de 64 a 96 EU.
No son, como puede intuirse, procesadores cuyo rendimiento vaya a hacer perder el sueño a nadie, pero considerando que su TDP oscilará entre los 15 y los 55 W, parecen una propuesta sumamente competitiva dentro del segmento de los portátiles extrafinos. Especialmente si, como ha dado a entender Intel durante su conferencia, en el futuro vemos derivados compatibles con WiFi 7.
Por otro lado, Intel también ha anunciado el resto de la familia de procesadores de 14ª generación para equipos de sobremesa, cerrando así el habitual ciclo de presentar primero los chips más potentes y luego el hardware de carácter más generalista. La oferta es realmente amplia, abarcando desde la línea T, de consumo muy bajo (35 W) a chips bastante más capaces, tal es el caso del i9-14900, con 24 núcleos y una iGPU de potencia considerable. Como de costumbre, habrá versiones con y sin gráficos integrados (modelos F).
A diferencia de los chips anunciados para ordenadores portátiles, estos Raptor Lake actualizados (RPL-R en el argot de Intel) sí proporcionan compatibilidad con las nuevas redes WiFi 7, así como soporte para PCIe Gen 5.0, USB 3.2 y memorias DDR4 o DDR5, a elegir por el usuario. En cuanto a la mejora de rendimiento, Intel apunta a un incremento próximo al 15 % en juegos y productividad, que sin ser algo revolucionario, está bastante en línea con lo que debería esperarse en un nuevo ciclo generacional.
Los nuevos chips para portátiles y equipos de sobremesa ya están listos para su integración y forman parte de muchos de los ordenadores que serán anunciados durante este CES.