Según señala la nota de prensa emitida por el TGUE (PDF), en el momento de multar a Intel la Comisión Europea realizó un análisis incompleto de la situación, con la consecuencia de que no se pudo demostrar "de modo jurídicamente suficiente que los descuentos condicionales concedidos por Intel podían o podrían producir efectos contrarios a la competencia". Dicho de otra forma, se constata que Intel ofreció descuentos para favorecer la integración de sus productos, pero Competencia no demostró adecuadamente su ilegalidad.
Asimismo, la Comisión tampoco "examinó debidamente el criterio relativo al porcentaje del mercado cubierto por la práctica criticada ni procedió tampoco a un correcto análisis de la duración de los descuentos", relata Cinco Días.
La decisión del TGUE también afecta a los pagos que Intel realizó a la cadena alemana Media-Saturn, que también cobró para vender exclusivamente equipos informáticos con procesadores Intel. Estas prácticas son comúnmente aceptadas como uno de los motivos que condujeron a la etapa más oscura de AMD, marcada por una falta de ingresos que motivó la venta de Global Foundries, su fundición de chips, y el lanzamiento de productos con prestaciones poco competitivas.
Así las cosas, el dictamen anula en la totalidad la multa de 1.060 millones de euros en el que posiblemente es uno de los mayores reveses judiciales para la Comisión Europea. Cabe recordar que en estos momentos Google también está apelando sus propias sanciones por prácticas contra la competencia, y sin duda los abogados de la compañía estarán inspeccionando con lupa la decisión del TGUE para ver si se pueden aplicar los mismos criterios.