En total, más de una docena de inversores de Silicon Valley y otros rincones del mundo han colaborado para lanzar un fondo con una caja inicial (porque su propósito es ampliarla con el tiempo) de 1.000 millones de dólares para invertir en start-ups relacionadas con las energías limpias.
Junto a los fundadores de Microsoft, Facebook y Amazon se encuentran Richard Branson (Virgin), Marc Benioff (Salesforce), Meg Whitman (HP) y Hasso Plattner (SAP), además de otros personajes muy influyentes pero tal vez menos conocidos por el público occidental, tal es el caso de Jack Ma (máximo responsable de Alibaba) y el príncipe saudí Alwaleed bin Talal (líder del conglomerado Kingdom Holding Company). En la lista también aparecen altos ejecutivos e inversores relacionados con la industria petroquímica que buscan un futuro más allá de los pozos.
Gates se ha manifestado en varias ocasiones a favor de mayores inversiones para fomentar las energías limpias.
Aunque Breakthrough Energy Ventures invertirá en compañías emergentes para que puedan materializar y comercializar sus avances, uno de los planteamientos del fondo es que solo los gobiernos tienen los recursos necesarios para invertir a gran escala. El fondo hace un llamamiento a la financiación de los laboratorios y departamentos de investigación y desarrollo de las universidades, donde en muchas ocasiones surgen las ideas que terminan por cambiar industrias completas.
Lejos de limitarse a la producción de energía, Breakthrough Energy Ventures también tratará de mejorar la forma en la que puede ser utilizada. En este sentido, el fondo señala su propósito de luchar contra el cambio climático desde cinco puntos distintos: la generación de electricidad, el transporte, la agricultura, la manufactura de productos y la construcción de edificios.
Breakthrough Energy Ventures también trata de aportar mayor seguridad en el mundo de las start-ups especializadas en las tecnologías limpias (habitualmente conocidas como cleantech), y es que una gran parte de las inversiones realizadas en este sector nunca llegan a buen puerto. En este sentido BEV no solo aspira a inyectar su propio capital en empresas emergentes, sino a estimular la entrada de nuevos inversores y avanzar el progreso científico de las compañías en las que participe.