Koum fundó WhatsApp junto a Brian Acton hace cerca de una década. Acton ya no forma parte de la compañía, puesto que se despidió de ella en el mes de septiembre. Desde entonces centra su tiempo en la beneficencia y en el desarrollo de la aplicación de mensajería segura Signal. Fueron dos de los ejecutivos agraciados por la compra de WhatsApp por parte de Facebook en 2014, que se saldó con el pago de 19.000 millones de dólares (12.000 millones en acciones, 4.000 millones en efectivo y 3.000 millones en acciones restringidas para asegurar la estancia de empleados).
Fuentes consultadas por el Washington Post señalan que Koum se acercaba cada vez con menos frecuencia por las oficinas de WhatsApp en el campus de Facebook en Silicon Valley. Su abandono es descrito como "altamente inusual" por el diario estadounidense, que recuerda que la mayoría de los ejecutivos de Facebook han sido "ferozmente leales" a la red social y Mark Zuckerberg durante los peores momentos del escándalo generado por el mal uso de millones de datos personales realizado por Cambridge Analytica.
Tanto Koum como Acton estaban en contra de la política de captación de datos de Facebook y mantuvieron numerosos enfrentamientos con la dirección de la red social desde el primer momento. Se negaron a la creación de perfiles compartidos, activaron el cifrado de comunicaciones en contra de los deseos de los ejecutivos de Facebook (que preferían un sistema más débil para facilitar a las empresas el uso de herramientas específicas) y tuvieron desencuentros relacionados con el lanzamiento por parte de WhatsApp de un sistema de pagos móviles para la India.
De acuerdo con el Washington Post, otros empleados de WhatsApp seguirán los pasos de Koum y abandonarán el barco en el mes de noviembre, cuando podrán vender todas las acciones concedidas tras la compra de la compañía.