El futuro de la memoria DDR lleva tomando forma desde el año pasado. La intención de la asociación JEDEC con el nuevo estándar DDR5 es ofrecer el doble de velocidad con respecto a las memorias DDR4 y una densidad de datos que también multiplicará por dos los valores actuales. En román paladino, esto quiere decir que será posible introducir el doble de GB en el mismo espacio. Los ingenieros se han marcado el propósito de superar los límites actuales de tamaño para ir por encima de los actuales 128 GB.
Más rápido y eficiente, el estándar DDR5 está siendo formulado con un ojo puesto en los servidores de alto rendimiento, donde Intel también quiere hacer daño con sus memorias profesionales Optane (aunque con un enfoque distinto). Los avances en eficiencia energética y densidad podrían ser además interesantes en nichos de mercado como el de los ordenadores portátiles de altas prestaciones y los visores de realidad mixta autónomos, donde el tamaño y la autonomía son factores de importancia crítica.
De acuerdo con la asociación, la especificación DDR5 será publicada en algún momento del próximo año. Los primeros módulos comerciales deberían salir a la venta en 2020, pero es posible que esta tecnología no llegue a manos de los consumidores de a pie hasta un año después, cuando la necesidad de utilizar módulos de memoria RAM más veloces se hará teóricamente necesaria gracias a tecnologías emergentes como la realidad virtual.