La App Performance Class detalla los parámetros técnicos necesarios para almacenar y ejecutar aplicaciones en una tarjeta SD (más comúnmente de tipo microSD) con un nivel de rendimiento adecuado basándose en las exigencias del test de velocidad para dispositivos y tarjetas integrado en Android. Esta nueva clase existirá de forma paralela a la reciente Video Speed Class, que trata a su vez de certificar la capacidad de grabación de vídeo en formatos 4K, 8K y de 360 grados para sistemas de realidad virtual con una serie de requisitos mínimos en materia de rendimiento.
Como es lógico, las tarjetas compatibles con la norma App Performance Class también podrán almacenar otro tipo de contenidos aparte de aplicaciones.
Para que una tarjeta pueda recibir la certificación App Performance Class deberá satisfacer unas exigencias relativamente modestas. Concretamente, se requerirá un mínimo de 1.500 IOPS en lectura aleatoria, 500 IOPS en la prueba equivalente de escritura y una velocidad secuencial sostenida de 10 MB/s. Si bien estas cifras no son particularmente espectaculares, muchas de las tarjetas microSD más económicas del mercado no llegan a alcanzarlas.
Las tarjetas que superen estas prestaciones se podrán identificar en el mercado por el logotipo A1, que define el primer nivel de compatibilidad definido por la SD Association. Más adelante se irán añadiendo nuevos niveles con unas exigencias mayores.
Según expresa la SD Association, el propósito de la App Performance Class es reducir el número de devoluciones y evitar la frustración de los consumidores haciendo visible qué tarjetas son adecuadas para la ejecución de aplicaciones. Otra cosa distinta es que el comprador medio sepa lo que está comprando o alcance a comprender el jardín de clases y especificaciones existente en el estándar SD.