Con un lanzamiento previsto para este mismo año pero sin precios ni fechas de lanzamiento hasta ahora, el modelo de 75 pulgadas hace uso de una matriz de diodos LED de tamaño microscópico en lugar de la clásica pantalla LCD retroiluminada. Dicho de otra forma, cada uno de sus píxeles puede brillar de forma independiente sin necesidad de lámparas y proporcionar un negro absoluto simplemente desconectándose, combinando lo mejor de las tecnologías LCD LED y OLED.
Las especificaciones técnicas de estos modelos son por ahora casi inexistentes, aunque sabemos que el modelo de 75 pulgadas posee una resolución de 4K. Aparentemente este televisor tiene además un diseño monolítico, a diferencia de la versión de 219 pulgadas, totalmente modular.
Uno de los puntos más interesantes de la tecnología Micro LED es el hecho de que permite crear pantallas de tamaño y formato totalmente ajustable. El panel en sí mismo puede ser configurado mediante un mosaico de pantallas de menores dimensiones instaladas sobre sus respectivas placas de control y afuste magnético, permitiendo crear superficies con formato 21:9 e incluso combinaciones irregulares. Como beneficio añadido, tampoco hay marcos exteriores o entre los módulos.
Según The Verge, que ha podido asistir a una demostración, el prototipo de 219 pulgadas tiene un aspecto realmente bueno en persona. Lo que no está claro es si sus futuras versiones comerciales mantendrán en mismo aspecto, puesto que Samsung sigue trabajando en la tecnología Micro LED y la progresiva reducción de los diodos podría requerir introducir modificaciones en el diseño de los paneles magnéticos entre otros aspectos.
Inicialmente la tecnología Micro LED llegará a los hogares en una etapa muy inicial y con precios realmente elevados. Como referencia, se estima que el precio de la pantalla The Wall de 146 pulgadas, nunca revelado públicamente, rondaría los 100.000 dólares.
Demostración de la modularidad de The Wall. Imagen: Chris Welch/The Verge