Según informan el diario hongkonés South China Morning Post y la agencia de noticias Bloomberg, Estados Unidos piensa ampliar las restricciones contra la exportación de herramientas necesarias para la producción de hardware, y si actualmente las medidas solo cubren procesos avanzados como el uso de luz ultravioleta extrema (EUVL), la intención sería abarcar también aquellas que hagan uso de luz ultravioleta profunda (DUV), normalmente asociada a chips con nodos de 14 nm y de mayor tamaño.
A pesar de que la tecnología DUV se considera relativamente antigua, todavía tiene una gran presencia en la producción de chips utilizados en numerosas industrias. Por supuesto, también es posible encontrar chips fabricados con procesos DUV en hardware de última generación, puesto que no todos los chips de un teléfono, ordenador o coche tienen que hacer uso de procesos ultrarreducidos.
Ni el gobierno de Estados Unidos ni el de los Países Bajos han querido realizar declaraciones al respecto, aunque un portavoz de ASML ha señalado que esta conversación "no es nueva", añadiendo que "no se han tomado decisiones y no queremos especular o comentar en base a rumores". Lo que sí ha trascendido es que ASML considera que DUV es una tecnología madura, así como que se opone a un bloqueo en sus exportaciones.
ASML, recordemos, comercializa las máquinas fotolitográficas que utilizan virtualmente todos los fabricantes de procesadores del mundo, desde Intel a TSMC, pasando por Samsung y numerosas otras compañías. Desde su fundación en 1984 no ha dejado de ganar preponderancia, y en estos momentos sin sus máquinas no habría una industria de los semiconductores. No al menos como la conocemos.
De acuerdo con las informaciones del South China Morning Post, ASML no sería la única empresa objeto de restricciones. Nikon, que también proporciona a la industria máquinas para la producción de chips y compite de forma muy limitada con ASML, estaría siendo objeto de conversaciones similares entre Estados Unidos y Japón. Desde la empresa nipona han preferido no hacer declaraciones.
Una carrera cuesta arriba
Máquina fotolitográfica de última generación (EUVL) de ASML.
La fabricación de chips es comparada a menudo con la producción de motores de reacción. Ambas despegaron en los años 50 y aquellos países que no se implicaron en el desarrollo de estas tecnologías desde sus inicios perdieron el tren de forma casi irrecuperable. El diseño de un motor de reacción de alto rendimiento requiere unos conocimientos científicos acumulados y una base industrial que no se pueden desarrollar solo inyectando dinero, y lo mismo sucede con la producción de procesadores.
El resultado es análogo. Igual que solo hay un pequeño número de países capaces de diseñar y fabricar motores de reacción sin una considerable asistencia externa, apenas hay un puñado que pueden diseñar y fabricar chips usando procesos modernos. Algo de lo que China es dolorosamente consciente, habiendo invertido miles de millones de euros en lo que a la postre fueron quiebras estrepitosas como Tacoma Semiconductor Technology y Wuhan Hongxin Semiconductor, que prometieron chips propios de última generación y terminaron en fiasco absoluto.