Noticia original: Hace apenas un par de días lamentábamos el hecho de que Intel hubiera pasado totalmente de puntillas sobre su nueva generación de unidades gráficas durante el evento que la compañía celebró en Las Vegas con motivo del CES 2020. Pero como dice AnandTech, hay que ver para creer, y lo cierto es que Intel se estaba reservando el grueso de sus informaciones para hoy. Que dicho sea de paso no son gran cosa, pero ya es más de lo que sabíamos hasta ahora.
Según relata el sitio estadounidense, Intel ha presentado a un número reducido de periodistas su tarjeta DG1, que es el nombre que recibe esta primera adaptación de la arquitectura gráfica Xe. Cabe señalar que ni siquiera se trata de un prototipo de tarjeta de consumo, y de hecho la firma se refiere a él como un "vehículo de desarrollo de software".
El propósito real de esta tarjeta es permitir a los desarrolladores de software que se vayan acomodando a las particularidades de la nueva arquitectura gráfica de Intel para que puedan sacarle partido cuando se estrene en algún momento de 2020.
Por ahora es inane hablar de núcleos o frecuencias. Tan solo sabemos que DG1 se instala en un SDK basado en Coffee Lake-S y deriva de la rama LP (Low Power) de Xe, por lo que técnicamente está emparentada con la unidad gráfica de los futuros procesadores Tiger Lake, que abandonarán las actuales iGPU Iris en aras de un mayor rendimiento.
La arquitectura Xe abarcará tres territorios totalmente distintos: por un lado tendremos la susodicha LP, pensada para dispositivos ultramóviles, ordenadores portátiles y videojuegos; en medio se situará Xe HP (High Performance), para estaciones de trabajo y procesamiento multimedia; y finalmente Xe HPC abarcará desde la creación de efectos especiales en la nube hasta la supercomputación.
Las dudas sobre el consumo y el rendimiento de GP1 y las posibilidades de Xe LP son todavía numerosas, pero el hecho de que los esfuerzos gaming de Intel se hayan centrado en torno a una GPU descrita en su propio nombre como low power da peso a la idea de que al menos en esta primera generación la compañía no va a perseguir el liderazgo en lo que se refiere a tarjetas gráficas. El asunto de las GPU integradas ya puede ser harina de otro costal.