La causa de este desplome reside fundamentalmente en la caída de los precios de los chips de memoria, que mientras estuvieron en lo más alto impulsaron las cuentas de Samsung a nuevas alturas, y que durante 2019 bajaron de forma muy acusada debido en parte al exceso de inventario. Tampoco ayudaron las ventas de paneles para pantallas, cuya demanda fue menor que en años anteriores.
Las ventas globales de Samsung cayeron un 5,48 %. Que la compañía haya perdido más de la mitad de sus beneficios con una merma tan comparativamente pequeña de sus ingresos brutos da prueba de la importancia que tiene el negocio de semiconductores en las finanzas del grupo, que ya representa el 51,8 % de su beneficio operativo. También evidencia los suculentos márgenes de beneficios con los que operaba en ese mercado.
Con todo, muchas empresas desearían padecer las "miserias" de Samsung. Según el informe anual, los ingresos brutos fueron de algo más de 230 billones de wones (unos 175.000 millones de euros), de donde salieron unos beneficios totales de 21,7 billones de wones (unos 16.500 millones de euros). Según el informe, la venta de teléfonos móviles de gama alta fue bastante elevada, lo que unido a un repunte en la venta de memorias para servidores evitó una reducción más profunda de los beneficios.
El año que viene no será fácil para Samsung, que confía en la garra de los teléfonos flexibles. Los últimos informes de Strategy Analytics y Canalys señalan que Huawei ha logrado desbancar a Apple como segundo mayor fabricante de smartphones, con una cuota de mercado durante 2019 del 17,6 % a pesar de las sanciones de Estados Unidos. El grupo surcoreano, por su parte, cerró 2019 con el 21,8 % de las ventas de teléfonos inteligentes.
Por otro lado, y frente a la competencia en el mercado telefónico, Samsung prevé que los precios de los chips de memoria volverán a subir durante 2020, lo que debería proporcionar más espacio de maniobra. Con todo, estamos hablando de un torrente de dinero que puede irse con la misma violencia con la que entra, por lo que diversificar su negocio fabricando procesadores para Intel y tarjetas gráficas para Nvidia tiene toda la lógica del mundo.