El Vision X65, que es como ha sido bautizado, es un televisor de 65 pulgadas con un panel OLED de paternidad indeterminada (pero con casi toda certeza firmado por LG) y prestaciones aparentemente elevadas, brindando refresco a 120 Hz, el 98 % del espacio DCI-P3 y una luminosidad máxima de 1.000 nits. En lo que respecta al sonido tampoco parece ir de vacío, puesto que integra un total de 14 altavoces con un total de 75 vatios.
El conjunto se completa con una cámara desplegable de 24 megapíxeles de tipo ultrapanorámico para realizar videollamadas desde el salón. No se indica la óptica ni el sensor, pero el chipset de imagen es un HiSilicon Hi3559C con funciones muy básicas de IA para gestionar funciones como el control del televisor mediante gestos.
Aunque otros fabricantes de televisores OLED toman la plataforma webOS de LG como base para sus sistemas Smart TV, Huawei hace uso de su propio sistema operativo para el Internet de las Cosas. Se trata de Harmony OS, un derivado de Linux con su propia tienda de aplicaciones y compatible con estándares como DLNA y Miracast, así como Huawei Share para comunicarse con los teléfonos y tabletas de la casa.
Todo este software es movido por un hardware relativamente capaz para lo que se estila en la mayoría de los televisores. Consta de un chipset Honghu 898, que combina dos núcleos A53 y otros tantos A73 con una GPU Mali G51 para realizar las labores de procesamiento de la imagen y lanzar las aplicaciones instaladas, acompañado por 6 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento.
Huawei todavía no ha proporcionado los datos de disponibilidad internacional para su nuevo televisor, pero ha dado vagas pistas de que su gama Vision podría terminar llegando a los mercados occidentales. Su presentación internacional, de hecho, tuvo lugar en Berlín. En su China natal tendrá un PVP de 24.999 yuanes, unos 3.260 euros al cambio.