Desde hace ya cerca de 10 años, cuando asomaron los primeros prototipos avanzados, los fans del cine en casa llevan esperando el advenimiento de la tecnología MicroLED como la solución a los problemas de imágenes lavadas propias del LCD y los quemados o la falta de luminosidad del OLED, aunando lo mejor de unos y otros para ofrecer pantallas emisivas de altísima calidad y gran resistencia. No llegarán pronto, lamentablemente. Al menos si se buscan a precios generalistas.
La MicroLED Industry Association, cuerpo que aglutina a los fabricantes de este tipo de pantallas y sus socios, ha difundido una hoja de ruta donde se desglosa por segmentos la evolución esperada a corto, medio y largo plazo. Este documento revela que los televisores MicroLED de consumo no entrarán en fase piloto (es decir: para los early adopters más madrugadores) hasta 2030 o incluso 2033, lo que en la práctica supone dar un mínimo absoluto de una década y media más a las tecnologías actuales, considerando que ni LCD ni OLED desaparecerán de la noche a la mañana.
¿Qué pasa entonces con modelos avanzados como LG Magnit o el The Wall de Samsung? Este tipo de productos, con construcción modular y precios superiores a los 100.000 euros, siguen todavía en una fase muy inicial de su desarrollo, pero para 2026 a 2029 se espera que aumenten su producción al tiempo que se reducen sus costes, todo ello manteniendo una concepción de gran lujo. Incluso ya entrados en 2030 seguirán siendo televisores caros y con ventas escasas.
La tecnología MicroLED comenzará a demostrar su potencial a corto plazo con la integración de paneles monocromo para realidad aumentada y ya en 2026 a 2029, versiones a color que solo llegarán a visores de tipo profesional. La producción en masa no se espera hasta 2030-2033. Algo parecido sucederá con las pantallas para wearables, teléfonos móviles y ordenadores portátiles, que aún tienen camino por delante (aunque se rumorea que Apple prepara un Watch de edición limitada que será pionero en la industria).
Imagen emisiva con control por píxel y sin pérdida de calidad con los años
Vídeo promocional de LG Magnit.
Por recordar, las pantallas MicroLED plantean una tecnología potencialmente revolucionaria al ofrecer paneles emisivos (que generan su propia luz de color sin necesidad de utilizar lámparas) usando puntos LED de menos de 100 micrómetros cuadrados para cada píxel. Esto implica que, como el OLED, pueden generar un negro absoluto simplemente apagando sus píxeles, pero con una durabilidad muy superior (en teoría) al carecer de sustratos degradables.
Actualmente Samsung, LG y Sony ya ofrecen pantallas MicroLED comercialmente, aunque a precios exorbitantes, a juego con unas dimensiones que pueden alcanzar las 790 pulgadas. Empresas como TCL también han mostrado prototipos, aunque es difícil saber cuándo llegarán al mercado.
Presentación técnica de la tecnología MicroLED de Samsung.
Las pantallas Crystal LED de Sony se usan fundamentalmente en entornos de producción y videowalls de altísima calidad.
La MicroLED Industry Association, cuerpo que aglutina a los fabricantes de este tipo de pantallas y sus socios, ha difundido una hoja de ruta donde se desglosa por segmentos la evolución esperada a corto, medio y largo plazo. Este documento revela que los televisores MicroLED de consumo no entrarán en fase piloto (es decir: para los early adopters más madrugadores) hasta 2030 o incluso 2033, lo que en la práctica supone dar un mínimo absoluto de una década y media más a las tecnologías actuales, considerando que ni LCD ni OLED desaparecerán de la noche a la mañana.
¿Qué pasa entonces con modelos avanzados como LG Magnit o el The Wall de Samsung? Este tipo de productos, con construcción modular y precios superiores a los 100.000 euros, siguen todavía en una fase muy inicial de su desarrollo, pero para 2026 a 2029 se espera que aumenten su producción al tiempo que se reducen sus costes, todo ello manteniendo una concepción de gran lujo. Incluso ya entrados en 2030 seguirán siendo televisores caros y con ventas escasas.
La tecnología MicroLED comenzará a demostrar su potencial a corto plazo con la integración de paneles monocromo para realidad aumentada y ya en 2026 a 2029, versiones a color que solo llegarán a visores de tipo profesional. La producción en masa no se espera hasta 2030-2033. Algo parecido sucederá con las pantallas para wearables, teléfonos móviles y ordenadores portátiles, que aún tienen camino por delante (aunque se rumorea que Apple prepara un Watch de edición limitada que será pionero en la industria).
Imagen emisiva con control por píxel y sin pérdida de calidad con los años
Por recordar, las pantallas MicroLED plantean una tecnología potencialmente revolucionaria al ofrecer paneles emisivos (que generan su propia luz de color sin necesidad de utilizar lámparas) usando puntos LED de menos de 100 micrómetros cuadrados para cada píxel. Esto implica que, como el OLED, pueden generar un negro absoluto simplemente apagando sus píxeles, pero con una durabilidad muy superior (en teoría) al carecer de sustratos degradables.
Actualmente Samsung, LG y Sony ya ofrecen pantallas MicroLED comercialmente, aunque a precios exorbitantes, a juego con unas dimensiones que pueden alcanzar las 790 pulgadas. Empresas como TCL también han mostrado prototipos, aunque es difícil saber cuándo llegarán al mercado.
Lo mismo para cuando quieran que MicroLED llegue a un punto de viabilidad comercial ya hay otra tecnología que le pase la mano por la cara. 6 años son muchos años en tecnología.
A este paso lo que va a pasar es que mueran antes de nacer.
https://www.macrumors.com/2023/08/10/mi ... apple-car/