Aunque Samsung fue una de las pioneras en el desarrollo de pantallas OLED de gran formato, en 2015 abandonó su fabricación para centrarse en la tecnología quantum dot, lo que permitió que LG pudiera dominar un mercado que ha terminado siendo lo suficientemente importante. Tanto es así que el año pasado Samsung lanzó los primeros televisores QD-OLED, que aúnan un filtro de puntos cuánticos con un panel orgánico de diseño propio teóricamente superior.
A juzgar por la noticia, o Samsung no puede escalar su producción en el volumen y/o los tamaños necesarios, o los paneles de LG son más rentables.
Los rumores sobre la compra de paneles LG por parte de Samsung son muy antiguos, y de hecho, inicialmente se creía que los televisores QD-OLED iban a hacer uso de los mismos. No fue así. LG integra en sus televisores paneles de tipo W-OLED, con celdas emisivas de luz blanca cubiertas por un un filtro de color para generar imagen RGB, mientras que Samsung utiliza paneles B-OLED, con emisión de luz azul y un filtro de color quantum dot.
Vídeo oficial de Samsung mostrando el funcionamiento de su tecnología QD-OLED.
Samsung asegura que su tecnología es más duradera al reducir el número de componentes orgánicos, al tiempo que proporciona una luminosidad superior. LG, por su parte, ha mejorado notablemente sus paneles con el paso de los años y posee una tecnología más madura.
Según Reuters, LG suministrará a Samsung dos millones del paneles OLED durante 2024, que crecerán hasta tres y cinco millones en 2025 y 2026, respectivamente. Los tamaños iniciales serán de 77 y 83 pulgadas. Esta operación permitirá que LG Display vuelva a ser un fabricante de pantallas rentable, devolviendo el lustre a unas cuentas que andan alicaídas tras cuatro trimestres consecutivos de pérdidas, mientras que Samsung reforzaría su gama de cara a la llegada de los primeros televisores OLED chinos.
Por ahora queda por ver si Samsung mantiene la producción de paneles OLED propios a largo plazo (que podría ser deseable si observa que la tecnología Micro LED tarda en bajar de precio) o si por el contrario se vuelca a fabricar televisores estrictamente dotados con la tecnología de pantalla de LG. Sea como sea, cabe imaginar que Samsung seguirá utilizando sus propios ajustes y elementos diferenciadores, incluyendo la plataforma Smart TV Tizen.