Cabe señalar que esta lista negra es independiente de la gestionada por el Departamento de Comercio, responsable de la debacle en Occidente de Huawei tras cortar las transferencias tecnológicas al gigante chino de las telecomunicaciones. Las implicaciones en lo que se refiere a las sanciones aplicadas sobre Xiaomi también son diferentes.
La introducción de Xiaomi en la lista negra del Departamento de Defensa tiene como objetivo evitar que inversores estadounidenses puedan tener participaciones en esta o cualquiera de las demás empresas sancionadas, impidiendo así que puedan beneficiarse de unas actividades que el gobierno considera hostiles para los intereses de la nación.
La reacción no se ha hecho esperar, y las acciones de Xiaomi han caído más de un 10 % tras el anuncio de las medidas. Tampoco ha tardado mucho en llegar la respuesta oficial de la compañía, que declara no "ser propiedad, estar controlado ni afiliado con el ejército chino, y no es una 'Compañía Militar Comunista China' como se define bajo la NDAA".
Cabe señalar que Xiaomi no tiene una gran presencia comercial en Estados Unidos, puesto que sus teléfonos ni siquiera tienen distribución oficial en el país. Sí llegan sin embargo algunos productos de uso doméstico o domótico, tales son sus dispositivos de streaming, proyectores, purificadores de aire y enchufes inteligentes, así como algunas cámaras, parte de su gama de auriculares y varios kits de robótica para niños. Queda por ver si estas sanciones tienen efecto sobre la venta de estos u otros aparatos.