Noticia original: iRobot, el fabricante de los famosos robots de limpieza Roomba, tiene una nueva idea de negocio. Y no pasa por quitar el polvo, sino por mapear nuestros domicilios y vender luego estos datos a terceras compañías. Colin Angle, consejero delegado de iRobot, así lo ha confirmado en una entrevista concedida a la agencia de noticias Reuters donde se muestra entusiasmado ante las posibilidades que abre el denominado Internet de las cosas.
La estrategia de iRobot todavía ha de ser detallada, pero la compañía ya explica en su actual política de privacidad que "el iRobot podría recoger y transmitir información sobre las funciones del iRobot y usar estadísticas, como la vida y la salud de la batería, el número de misiones, el identificador del dispositivo y el mapa de ubicación".
Según ha declarado Angle, la idea es llegar a acuerdos de venta con uno o más de los Big Three (Amazon, Apple y Alphabet), que tienen un obvio interés en el mercado de la domótica. Las posibilidades abiertas a nivel de marketing son tan grandes que resultan difíciles de calcular.
Los sensores y la conexión Wi-Fi de los robots de iRobot los convierte en una potente plataforma de captación de datos.
"Hay todo un ecosistema de cosas y servicios que el hogar inteligente puede proporcionar una vez que tienes un mapa doméstico que el usuario ha permitido compartir", han sido las cuidadosas palabras de Angle. Resulta obvio el énfasis en la segunda mitad de la oración. No cabe duda que sus planes generarán polémica, y el máximo responsable de Roomba quiere cubrirse ya las espaldas señalando la aceptación de las condiciones de uso (algo que dependiendo del mercado puede ser objeto de miradas soslayadas por parte de los reguladores).
La disponibilidad de información sobre los domicilios de los consumidores podría tener un enorme valor para compañías como Amazon, Apple o Alphabet. Por ejemplo, Amazon (que hace poco llegó a un acuerdo para controlar los robots Roomba mediante su asistente de voz Alexa) podría utilizar este tipo de datos para diseñar altavoces inteligentes más precisos. Pero esa es solo una posibilidad.
La información recopilada por iRobot podría facilitar a sus socios información tan granular como el tamaño medio de los domicilios de un barrio en particular, el número de dispositivos domóticos conectados y su frecuencia de uso. Incluso si la información de usuario está anonimizada, estaríamos hablando de unos datos sumamente valiosos que permitirían a terceras empresas teorizar el poder adquisitivo y los hábitos de sus clientes.
Queda por ver la política de datos compartidos de iRobot y los posibles efectos que puede tener en sus ventas. La compañía tiene en estos momentos una competencia bastante nutrida y tecnológicamente solvente, por lo que deberá hilar fino si quiere mantener su posición en el mercado.