El repliegue de HTC en España no es único, y de hecho se inscribe en un proceso que ha llevado a la compañía a centralizar las actividades relacionadas con su negocio europeo en el Reino Unido. Antes que la división española ya fue cercenada la italiana, que confirmó su cierre allá por el mes de abril.
La historia de HTC en España es larga y está marcada por éxitos comerciales que llevaron a la firma a alcanzar elevadas cotas de popularidad. La compañía comenzó a labrarse cierta reputación entre profesionales y power users con la venta de smartphones Windows Mobile como el P3300 "Artemis" antes de dar el salto a Android de la mano del Dream, el primer teléfono con el sistema operativo móvil de Google.
HTC se distinguió en su momento por lanzar el Dream, el primer teléfono con Android del mundo.
Su apuesta por Android (y el uso de una capa de personalización muy elaborada cuando la interfaz original todavía dejaba mucho que desear) no tardó en dar sus frutos gracias a productos como los primeros Desire, pero la irrupción de competidores muy potentes y una larga serie de decisiones erradas le llevaron a deshacer todo el camino andado a pesar del lanzamiento de teléfonos interesantes y con un gran potencial como el HTC One (M7).
Con todo, HTC no abandonará el mercado nacional. Sus productos seguirán siendo comercializados a través de distribuidores locales y se ofrecerá servicio técnico con normalidad; simplemente, la actividad en el país será dirigida desde fuera.
Según señala Zona Mobilidad, el director de HTC España pasará ahora a hacerse cargo de los esfuerzos locales de la compañía en cuanto a realidad virtual, donde está invirtiendo con fuerza ante los pobres resultados obtenidos por sus teléfonos. La última prueba del interés de HTC en la realidad virtual la conocíamos hoy mismo con la creación de Vive Studios, una nueva división dedicada a estimular la creación de contenidos para el visor Vive.