Según señala Logitech, su nuevo G Pro ha sido diseñado en colaboración con competidores profesionales de esports para ajustar detalles como el tacto de sus teclas Romer-G, que son un 25% más rápidas que los interruptores mecánicos convencionales de acuerdo con las cifras facilitadas por la compañía. Además, Logitech asegura que el teclado posee un sistema de procesamiento de señales de pulsación considerablemente más ágil que el utilizado por la competencia, consiguiendo mejorar la velocidad de respuesta.
Más allá de estos detalles, el G Pro incorpora un cable USB desmontable para facilitar su transporte y reducir el riesgo de romperlo con el uso (utiliza una conexión de tres clavijas, pero dos de ellas solo sirven para asegurar el anclaje), así como un sistema de iluminación RGB personalizable con ajustes almacenables en el propio teclado. El software incluido por Logitech incorpora perfiles de color listos para usar con más de 300 juegos. A nivel físico el teclado no posee reposamuñecas. Los ajustes ergonómicos del G Pro se limitan a unas patas traseras con tres posiciones que permiten modificar la inclinación del periférico.
El Logitech G Pro ya se encuentra a la venta, aunque todavía no hay una variante española disponible en el sitio oficial (que sí recoge los modelos neerlandés, nórdico e inglés internacional). Su precio es de 155 euros.