Dotado con conectividad LTE, este clásico entre clásicos llega con prestaciones de auténtica ciencia ficción para 1999, presumiendo de su propia tienda de software y una pantalla a color curvada de 2,5 pulgadas que poco tiene que ver con la del modelo original. Bajo su carcasa desplegable (ahora resistente a las salpicaduras con nivel IP52), el famoso teléfono de Neo integra un procesador Qualcomm 205 y el sistema operativo KaiOS, un fork de Firefox OS para teléfonos básicos.
Las especificaciones técnicas del Nokia 8810 4G (ese es su nombre completo) tienen poco que ver con las de los dispositivos Android anunciados hoy en Barcelona. La RAM es de 512 MB, hay 4 GB de almacenamiento para contenidos multimedia o aplicaciones y, aunque monta una cámara de fotos, su resolución es de 2 MP. Eso sí, cuenta con su propio flash LED. La batería, de tipo desmontable, es de solo 1.500 mAh, pero Nokia promete una autonomía de hasta 25 días en espera.
En cuanto al software, el sistema operativo permite sincronizar contactos de Outlook y Gmail. También hay una misteriosa tienda de aplicaciones que supuestamente contará con acceso a Google Assistant, Google Maps, Facebook y Twitter (Nokia no ha proporcionado muchos más detalles al respecto), así como una versión del no menos mítico Snake preinstalado.
Disponible en negro y amarillo (no en vano uno de sus apodos originales era bananaphone), el nuevo Nokia 8110 estará disponible en mayo a un precio de 79 euros antes de impuestos.