Según se ha anunciado hoy, la división Nokia Technologies (encargada de los productos profesionales y de consumo de la empresa) recortará 310 de sus cerca de 1.090 empleados tras tomar la decisión de cancelar el desarrollo de futuras versiones de la cámara Ozo y el hardware asociado. De acuerdo con la nota de prensa, este cambio de rumbo obedece a la lentitud con la que está evolucionando el mercado de la realidad virtual.
La cámara Ozo ha sido utilizada en un pequeño número de producciones, como The ARGOS File de Josema Roig.
Lo cierto es que durante los últimos meses se han presentado un cierto número de visores. Tampoco han dejado de lanzarse juegos, al contrario. Pero el crecimiento de este mercado durante los últimos dos años ha sido bastante lento, y particularmente el interés del público en consumir películas, series y documentales grabados con cámaras de 360 grados es muy reducido. También lo es por tanto el de los estudios independientes, que no tienen muchos incentivos para invertir en material tan costoso como una o varias cámaras Ozo.
La recalibrada estrategia de Nokia Technologies pasa ahora por centrarse en la licencia de tecnologías relacionadas con la salud, donde posee una presencia importante a raíz de la compra de Withings en 2016. Actualmente la compañía comercializa básculas inteligentes, relojes cuantificadores avanzados, brazaletes para medir la presión sanguínea, termómetros e incluso un cepillo para el pelo que mide la salud del cabello y se sincroniza con el teléfono.