Nvidia describe su nueva tarjeta como si fuera la sucesora natural de la GTX 1060, pero las diferencias son bastante apreciables. Para empezar, está basada en la arquitectura Turing, y de hecho parece ser una RTX 2060 convenientemente rebajada y desprovista de las capacidades de procesamiento Tensor presentes en la gama RTX. De hecho, podría argumentarse que en realidad es una especie de GTX 2050 encajada con ciertas complicaciones.
Curiosamente, tampoco tiene soporte USB-C VirtualLink. No se sabe si esto se debe a la reducción de costes o al posible interés de Nvidia de potenciar la gama RTX como la mejor opción para sistemas de realidad virtual.
A nivel de hardware, la GTX 1660 Ti está dotada con 1.536 núcleos CUDA (1.920 en el caso de la RTX 2060) y ha sido fabricada usando un proceso litográfico de 12 nm. El die, aunque de buen tamaño (284 mm), no es particularmente grande, y de hecho parece haber facilitado el lanzamiento de tarjetas relativamente compactas por parte de los socios de Nvidia (aunque también hay modelos de tres ranuras y una versión de tres ventiladores). La memoria se ha fijado en 6 GB de GDDR6.
La GeForce GTX 1660 Ti ya está disponible en múltiples versiones firmadas por Asus, EVGA, MSI, Palit y otros socios de Nvidia. El precio base (porque puede variar significantemente en función del diseño) es de 299 euros. No se incluye ningún juego.