Comenzando por los datos parciales, Nvidia ingresó un 24 % menos en el último trimestre que durante el mismo periodo del año pasado, mostrando lo que según el procaz Jensen Huang fue "un fin turbulento a lo que ha sido un gran año".
De acuerdo con el máximo responsable de Nvidia, esta pronunciada caída, que en circunstancias normales se aproximaría a lo desastroso, guarda relación con la implosión de las criptodivisas, que ha dejado a Nvidia con un importante exceso de inventario, y "condiciones deteriorantes" del mercado.
Concretamente, Nvidia parecía dispuesta a liberar esas tarjetas sobrantes que ya no quieren los mineros en China, pero el gran gigante asiático tampoco está mostrando el mejor de los comportamientos, lo que ha redundando en unas ventas inferiores a las deseadas por la compañía. Así las cosas, Nvidia tendrá que reducir ese remanente de tarjetas de alguna forma.
Otro factor que ha jugado en contra de Nvidia es el hecho de que las empresas de servicios en la nube congelaron sus compras durante el último trimestre, reduciendo así los ingresos correspondientes a este periodo. De acuerdo con Nvidia, esta situación se está revirtiendo.
Los datos para todo el año son sin embargo positivos. De hecho, Nvidia ha obtenido unos ingresos de 11.720 millones de dólares, lo que supone una mejora del 21 % con respecto al ejercicio de 2018. Se trata de un nuevo récord, reforzado por ingresos igualmente inéditos en los segmentos dedicados a la producción de unidades gráficas para juegos, centros de datos, imagen profesional y automoción. En total, los beneficios anuales fueron de algo más de 4.000 millones de dólares.
Las cifras finales, que han superado ampliamente las expectativas para el año completo, han sido acogidas con optimismo por analistas e inversores.
Para el año 2020 (técnicamente todo 2019 y el primer mes del próximo año) Nvidia prevé ingresos "entre planos y ligeramente a la baja". Será un año de transición, puesto que la apuesta por la gama RTX deberá ser rentabilizada y las perspectivas económicas no son particularmente brillantes.