Los nuevos chips ARM desarrollados por Apple no tienen por misión sustituir a los x86 integrados en equipos como el MacBook Pro. En su lugar, se coordinarían con ellos para hacerse cargo de ciertas labores. Más concretamente, los ingenieros de la firma de la manzana esperan poder sacar provecho a sus nuevos procesadores durante el modo "Power Nap", que permite que un ordenador reciba correos electrónicos, sincronice el calendario e instale actualizaciones cuando el usuario no lo está utilizando.
Bloomberg recuerda que este no sería el primer procesador ARM en un equipo reciente de Apple, puesto que el actual MacBook Pro ya hace uso de uno para controlar las funciones de la barra Touch Bar. Los nuevos procesadores que estaría desarrollando la compañía, sin embargo, irían mucho más allá, "conectándose a otras partes de un sistema Mac, incluyendo el almacenamiento y los componentes inalámbricos para hacerse cargo de las responsabilidades adicionales".
De acuerdo con Bloomberg, Apple comenzó a estudiar la posibilidad de utilizar procesadores ajenos a Intel para mejorar la eficiencia de sus equipos hace ya cinco años. Según sus fuentes, esta tecnología podría materializarse a finales de año con el lanzamiento de una versión actualizada del MacBook Pro.