Una presentación oficial de Intel creada para exhortar las virtudes de su gama profesional Xeon se ha convertido en tema de conversación por algunas afirmaciones relacionadas con la tecnología de AMD. Más concretamente, el documento en cuestión asegura que los chips Epyc son "un producto de sobremesa reorientado para servidores" y que proporcionan "un rendimiento inconsistente a partir de cuatro dies de sobremesa encoladas". Pero hay más.
Lejos de dejar ahí el asunto, la presentación señala que AMD tiene un "pobre historial" y que es un "proveedor inconsistente" en el que obviamente los usuarios profesionales no pueden depositar su confianza, con una gama de procesadores que carece de un ecosistema propio y carente de las optimizaciones necesarias para proporcionar el rendimiento que requieren las empresas.
Publicada inicialmente en la página alemana ComputerBase, la presentación ha levantado algunas cejas tanto por la vehemencia mostrada por Intel (que no en vano es líder absoluto en este mercado, haciendo que este comportamiento sea algo sorprendente) como por la forma en la que expone sus datos.
Más allá de la forma en la que se quiera ver la concepción modular de Epyc, con sus pros y sus contras, la descripción que Intel realiza sobre el rendimiento de los procesadores de AMD es un tanto confusa y tiende en román paladino a mezclar churras con merinas. Un buen ejemplo es cuando afea la ausencia optimizaciones para juegos por parte de AMD, como si esa fuera la orientación de Xeon o Epyc. Aún más extraña es la comparación de prestaciones protagonizada por el Xeon 6134 y el Ryzen 7 1800X, cuando el chip de Intel cuesta más de 2.000 euros y el de AMD sale por poco más de 500.
La presentación de Intel no ha tardado en generar polémica por forma y fondo. Hasta cierto punto nos retrotrae a los tiempos más pugilísticos de su rivalidad con AMD, cuando ambas compañías buscaban copar portadas y titulares con las afirmaciones más grandilocuentes y en ocasiones capciosas. Pero hace más de una década de eso y la industria ha cambiado mucho desde entonces. Si se trata de un simple patinazo de su gabinete de comunicación o si esta redescubierta agresividad es algo más estudiado y consistente es algo que todavía está por verse.