El fabricante alemán ha desvelado su iniciativa durante la conferencia TechCrunch Disrupt London 2016, lanzándose a competir con el futuro coche autónomo de Uber, pero también con las propuestas de transporte compartido inteligente que están engendrando rivales como Tesla y Ford. Moia (cuyo nombre significa "magia" en sánscrito) es descrita como una "compañía de servicios de movilidad" y ocupará su propio espacio dentro del abanico de marcas del Grupo Volkswagen, propietaria de Audi, Seat, Skoda, Porsche y Lamborghini entre otros constructores.
Ole Harms y Matthias Müller, consejeros delegados de Moia y el Grupo Volkswagen, respectivamente.
En la periferia del anuncio se sitúa Gett, una start-up que rivaliza con Uber ofreciendo reservar taxis a tarifas más ventajosas. La compañía fue absorbida de facto por Volkswagen en mayo de este año tras hacerse con la mayor parte de sus acciones por 300 millones de dólares.
Thomas Sedran, responsable de estrategia del Grupo Volkswagen, ha reconocido que el modelo de negocio económico de la industria se dirige en una nueva dirección. El ejecutivo afirma que cada vez menos habitantes de una gran ciudad quiere tener su propio coche, por lo que los ingresos deberán llegar por nuevos cauces. En este sentido, Volkswagen admite que Moia podría acabar por reducir sus cifras ventas, que según sus proyecciones deberían estar formadas por vehículos eléctricos para el año 2025.
Precisamente los coches a baterías serán clave en la estrategia de Moia, que lanzará una aplicación gracias a la cual los usuarios podrán dar el alto o solicitar una parada en la ruta de un vehículo compartido en un punto preestablecido cuando quiera realizar un desplazamiento. Las pruebas con vehículos autopilotados deberían tener lugar en 2021, coincidiendo con los primeros coches eléctricos compartidos de Ford y con otras alternativas acelerando en el horizonte.
Moia, que tendrá sus oficinas centrales en Berlín y una división en Hamburgo, espera lanzar un programa piloto en dichas ciudades el próximo año. Posteriormente las pruebas deberían extenderse a lo largo de Europa y llegar a China, otro de los mercados prioritarios para Volkswagen.