Aunque potencialmente revolucionaria, la primera versión de la tecnología DLSS resultó no estar totalmente pulida. Su funcionamiento requería que los desarrolladores crearan y "entrenaran" una red neuronal exclusiva para optimizar cada juego a un número de resoluciones predefinidas. Este proceso debía repetirse de forma independiente con cada título. Además, la calidad de imagen final no siempre era muy fiel al original, presentando defectos como un bandeado excesivo y pérdida de detalle con respecto a imágenes nativas a alta resolución.
Con DLSS 2.0, Nvidia ataja algunos de estos problemas. Los desarrolladores ya no tienen que utilizar redes neuronales únicas de cada juego, sino que harán uso de una red universal aparentemente muy optimizada, evitando la pérdida de detalle mediante el uso de información de movimiento de vectores en tiempo real. Como señala AnandTech, esto altera de forma importante el funcionamiento interno de DLSS.
En cualquier caso, y aunque los desarrolladores ya no tienen que entrenar una red neuronal única para cada juego, la implementación de DLSS 2.0 sigue realizándose de forma individual. Se simplifica el trabajo, pero en ningún caso se elimina por completo. Esto implica a su vez que habrá juegos que le sacarán provecho y otros que no ofrecerán DLSS opción.
Otro aspecto interesante de DLSS 2.0 es que, al ser más flexible, permitirá a los usuarios seleccionar distintos niveles de fidelidad que tendrán efecto en la tasa de fotogramas por segundo. Así, será posible seleccionar perfiles de "calidad", "equilibrio" y "rendimiento", con una resolución máxima de salida de 4K.
Según Nvidia, los cambios introducidos permiten duplicar el rendimiento de DLSS 1.0, brindando mejoras de FPS muy notables con respecto a la versión anterior. De esta forma, los propietarios de una GeForce RTX 2060 pueden ejecutar juegos a una resolución, con un nivel de detalle y una velocidad que solo serían posibles con una RTX 2080 Ti.
Nvidia ha señalado que Deliver Us the Moon, Wolfenstein: Youngblood, MechWarrior 5 y Control ya integran o integrarán DLSS 2.0. Para poder sacarle partido será necesario una tarjeta GeForce RTX con núcleos tensor y los últimos drivers Game Ready. Los propietarios de una AMD Radeon tienen como posible alternativa la tecnología FidelityFX, que no utiliza redes neuronales, sino que mejora la definición de la imagen en base a diferencias en el contraste.