Fabricado usando un nuevo proceso litográfico de luz ultravioleta extrema a 4 nm, el Exynos 2200 es un chipset de ocho núcleos basado en ARM v9 y de diseño heterogéneo con tres clústeres bien diferenciados: un núcleo Cortex-X2 del máximo rendimiento, tres Cortex-A710 de altas prestaciones y cuatro Cortex-A510 de mayor eficiencia. Resulta interesante el hecho de que Samsung no detalla las mejoras en rendimiento y consumo brindadas por su nuevo chipset.
El aspecto más notable del chipset, sin embargo, no es la CPU sino la GPU, bautizada como Xclipse. Samsung lleva trabajando con AMD desde hace tiempo para integrar la arquitectura gráfica RDNA2 y sacudirse así el sambenito de ser la segundona de Qualcomm. El resultado es un nuevo diseño de unidad gráfica que incorporará aceleración por hardware de ray tracing y sombrado de tasa variable (VRS); dos técnicas que, como señala en su nota de prensa, solo estaban disponibles hasta ahora en PC y consolas.
El vídeo oficial publicado por Samsung se limita a proclamar su elevado potencial con videojuegos, sin dar información alguna.
Xclipse, asegura Samsung, también ofrecerá mejoras de eficiencia a la hora de ejecutar juegos con requisitos técnicos elevados y trabajará con el controlador de pantalla para proporcionar tasas de refresco de hasta 144 Hz, pero lamentablemente Samsung no ha querido dar más información acerca de su nueva GPU. Se entiende que sus interioridades y datos de rendimiento serán desveladas en el evento programado para dentro de tres semanas.
Por lo demás, sabemos que los chipsets Exynos 2200 integrarán una NPU (unidad de procesamiento neuronal) con el doble de rendimiento que el diseño anterior, un módem 5G 3GPP Release 16, el habitual componente criptográfico para cifrar los datos más sensibles y un procesador de imagen o ISP con soporte para sensores de hasta 200 megapíxeles, vídeo 4K HDR u 8K sin alto rango dinámico.
Se entiende que Samsung integrará el Exynos 2200 en la próxima generación de los Galaxy S y Fold, aunque las ambiciones de la compañía van mucho más lejos, apuntando también a la industria de la automoción. De hecho, en la nota de prensa se indica que el chipset puede conectar hasta siete sensores de imagen en un solo dispositivo o un máximo de cuatro al mismo tiempo, lo cual no tiene mucho sentido en un teléfono móvil.