Según la firma de estudios, la política de Apple de subir precios y reducir costes de producción le hizo obtener un beneficio por operaciones de 44.900 millones de dólares frente a un total de 53.700 millones de dólares. Por detrás, muy lejos todavía, se sitúa Samsung con unos beneficios de 8.300 millones de dólares que le proporcionaron en 2016 el 14,6% de los beneficios globales de la industria. Sin duda, las cifras de Samsung sufrieron el impacto económico derivado de la desastrosa retirada del Galaxy Note 7.
La tercera posición se la lleva Huawei con 929 millones de dólares y un 1,6% de los beneficios globales, seguida por las también chinas Oppo (1,5%) y Vivo (1,3%). Las marcas procedentes del país de la Gran Muralla están experimentando un rapidísimo crecimiento, pero su bulliciosa actividad y creciente popularidad no les está dejando apenas beneficios debido a una agresiva política de precios que reduce sus márgenes hasta límites exiguos (como bien puede atestiguar Xiaomi).
Aunque el 79,2% de Apple es sin duda espectacular, la compañía ha tenido momentos incluso mejores. De hecho, Apple logró acaparar un exagerado 92% de los beneficios globales por la venta de smartphones durante el primer trimestre de 2015 a pesar de vender por aquel entonces menos del 20% de los dispositivos. Más aún, la firma de estudios BMO Capital Markets otorgó a Apple el 103,6% de los beneficios globales durante el tercer trimestre de 2016; una cifra que solo se puede explicar por la gran cantidad de fabricantes que perdieron dinero durante dicho periodo.
Según Strategy Analytics, el margen de beneficios de Apple durante 2016 se situó en el 32,4%, mientras que Samsung tuvo que conformarse con el 11,6%.